lunes, 7 de noviembre de 2011

Delilah


Cuando volví a África una de las primeras cosas que noté fue un ¨"enclosure" (no sé cómo traducir ésta palabra) nuevo al lado de Chui (nuestro leopardo). Los rumores dicen que quieren traer a una hembra y ponerla a vivir ahí para que luego un día – nunca sabremos cómo- ella logre escaparse y unirse en eterno amor con Chui y darnos un par de gatitos, a pesar de todos nuestros “esfuerzos” por evitarlo.

El día que la nueva integrante de nuestra familia llegó, yo venía de Nhoveni, de conocer a los hijos de Foxtrot (que súper inteligentes se quedaron atrapados en la misma trampa 2 días seguidos). Para mi hermosa sorpresa la leopardo, es un cachorro de 11 meses que vino de un zoológico en Joburg donde tienen una sobrepoblación de leopardos. La alimentaron sólo a base de pollo, craso error, y mide la mitad de lo que debería medir a esta edad. Su tamaño sin embargo sólo la hace ver más tierna.

Se llama Delilah. 

Cuando vamos a verla claro está, alguien siempre empieza a susurrar  “hey there Delilah what´s it like in NYC? You´re a thousand miles away but girl tonight you look so pretty, yes you do...”.  Eso dura hasta que viene a la reja y como un minino busca cariño.

Yo estoy simplemente enamorada. Amaría poder entrar y estar con ella pero a pesar de que digan que está domesticada, en este medio es mejor no creer esas historias. Mi jefe prefiere que no entremos porque los leopardos en particular, no son de confiar; a pesar de ser cachorra, puede hacer mucho daño sin querer.  Por otro lado, no le gusta su nombre, porque fue Delilah la que le cortó el pelo a Sansón y en su mundo de fanatismo religioso, es un nombre prohibido, símbolo de cosas malas.

Nosotros creemos que Delilah es un nombre perfecto. 


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