viernes, 11 de octubre de 2013

Es un placer.


Después de mis 50 días de explotación, en los que termine un poco cansada, tuve 22 días de ocio. Basta decir que después de unos 5 ya el mundo tenía colores otra vez y yo, volvía a ser yo. En mis 22 días vi una foto de ellos, sacada justo en aquella área en la que yo sospechaba que estaban.


Antes de yo llegar eran 3. El mismo día que llegué Landon vio como un cocodrilo le arrancaba uno a la mamá cuando intentaron cruzar el río. A los pocos días de yo llegar, finalmente nos conocimos. Fue mágico.


Así los conseguí. Dos bolitas de pelo en medio de bolitas de caca de elefante.


Ellos no juzgan, la caca de elefante es un juguete perfecto.


El amor materno siempre hace que el corazón se nos ponga chiquito.


Aquí se dice: "they're gonna be big".


Los futuros reyes leones.

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