viernes, 7 de septiembre de 2012

Clark.


Así como los ninjas de la sabana, hace poco decidimos que también hay un superman. Para nosotros y como ejemplo vivo de los increíble que es la evolución, éste ejemplo es Clark. Clark vive en mi ducha y es una rana. Específicamente es –según Google en español – una rana arborícola dorada. No es dorada así que no confío mucho en Google. En Sudáfrica las llaman “Foam nest frog” porque ponen sus huevos dentro de un nido que hacen de especie de espuma. Generalmente estos nidos están hechos sobre cuerpos de agua – como mi ducha. Para evitarme problemas, yo decidí que Clark es macho porque se lo ocurra poner ese nido inmundo de baba de huevos en mi ducha y lo evacuo.

Todos sabemos que las ranas vienen de renacuajos, que vienen de huevos. Pero yo la verdad nunca me había detenido a pensar en lo increíble que es la metamorfosis. De ser animales acuáticos y vegetarianos, en cuestión de pocos días, las ranas desarrollan una lengua pegajosa, patas, pulmones, dientes y un sistema digestivo capaz de digerir proteína animal. ¡¿Se dan cuenta?!. Es como si de ser una vaquita de agua, pasara a ser un león en la tierra. Pasa de ser un cosa a ser otra completamente diferente. ¿!Se dan cuenta que un animal que parece un pececito en cuestión de pocas horas se transforma en algo completamente diferente, que vive en un ambiente completamente diferente?! Yo sigo en asombro. Jamás me había detenido a pensarlo y ahora que lo hice, estoy sorprendida de cómo quitamos importancia a las cosas más obvias, cuando son las más asombrosas.

A pesar de mi entendimiento simple de la metamorfosis de una rana porque no tengo ni idea de cómo va el proceso paso por paso, sigo siendo una joven padawan. Los misterios de la metamorfosis no me han sido revelados por completo. Algún día quizás lo sean. Por ahora Clark seguirá sufriendo de la música de Gym Class Heroes cada vez que me ducho. Todos tenemos que pagar la renta.

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