jueves, 27 de septiembre de 2012

Interview drive.


Un hermoso lunes me informaron que el jueves habría de tener lugar mi “interview drive” o dicho en criollo, mi posible entrevista de trabajo. El catch: mis futuros jefes quieren entrevistarme en un safari a pesar de que jamás, jamás, jamás he sacado a nadie a hacer un safari 3 horas y ellos lo saben. Ninguno de los pajuos anteriores a mi ha tenido una “entrevista” que haya durado más de una hora. NINGUNO. Por si además fuera poco no solo tengo que conducir un safari de manera apropiada –le tengo pánico al radio- si no que además mis “huéspedes” son el Gerente General de la compañía y su esposa, Allan y su esposa, la gerente de un Lodge, el gerente del Lodge de lujo y el Head Ranger de aquí. Ah no pero claro, está fácil. Yo que además no sufro de ulceras, no casi me salió una nueva que comenzó a sangrar ahí mismo. Es más, probablemente para cuando lean esto, me habré muerto de la acidez.

Después de días de práctica llega el fatídico día. No me quiero enfrentarme a las termitas. No quiero ver a los 5 grandes. Pasé todo el día anterior rezando que amaneciera lluvioso, si amanece feo la mayoría de los animales se esconden y no me queda más que hablar de árboles, pájaros, insectos y demás. Me siento mucho más segura hablando de éstas cosas que hablando de elefantes, leones e impalas –especialmente que impalas. Dios me escuchó: no hay sol, parece que va a llover. Sigo rezando que el día no aclare.
Salimos en la mañana a manejar. Más millones de preguntas. Allan no deja de acribillarme. Siento que quiero llorar. No estaré lista para esto nunca. Roberto, Laura y Alberto se llevaron todos los genes de confianza y seguridad en sí mismo. Estúpidos.  A las 3pm tengo que tener todo listo. Carro lavado. Cooler box (con las bebidas) y hot box (con los snacks). Me tengo que partir el coco pensando de dónde voy a sacar ponchos por si a las.

Finalmente a las 330 de la tarde confirmo con el GG hora y sitio de partida. “You know what, we want the induction too, the full guest experience”.Además de esto añade de manera casual que ¿QUÉ COÑO ES EL INDUCTION? “BENRYYYYYY I NEED HELP”.Benry me explica rápidamente como es el asunto. Ah buena vaina. Tengo que explicar las medidas de seguridad del Lodge, donde queda, un poco de la historia, ver el mapa. No vale, chao pescao. No me quedará otra sino improvisar y echar teipe donde haga falta. Si hay algo que aprendemos los venezolanos es esto. Respirar profundo e inventar tratando de que parezca real. Para rematar tengo que pretender que toda esta gente que conozco, son completos extraños. Tengo que jugar un mongólico e idiota juego que son huéspedes, que jamás los he visto en mi vida. Me acuerdo y me arrecho. Qué estupidez.

Y son las 4. Hora de salir después de mi “inducción” y haber “conocido” a mis huéspedes. Echando teipe. Salimos en el carro.  Le informo a mis “desconocidos” que tengo otitis, no escucho bien. Sly es mi Tracker. Vemos un antílope. Digo 2 vainas y propongo seguir adelante para salir del Lodge como tal, vemos también una hiena y digo 2 tonterías sobre ella. Fuera del Lodge respiro profundo. Cómo diría Bibi: “Peter Pan, si estás ahí ayúdame”.  Manejo unos pocos metros. Tengo que hacerlo. Si no lo hago Allan capaz me para. La mejor defensa es el ataque.
Es así como mi primera parada son las benditas termitas. Ayuda. “I wanto to show you guys something very interesting we saw this morning. If you want you can jump out”. Así empieza mi entrevista. Sólo Allan y Gaby se bajan de la land rover. Allan me ayuda. Me hace más preguntas sobre las termitas. Menos mal creo que todo salió bien. No puedo hablar. Siento que me veo desde arriba. Trato de hacer contacto visual con cada una de las personas en esa Land Rover. El inglés se me atraviesa. Vamos, sólo 2 horas más.  Siguiente parada: Leopard Orchid. Syd me para, me pregunta qué es. ¡JA!, Los árboles y plantas son mis amigos y ellos me ayudan. Me luzco un poco con mi conocimiento puramente trivial sobre la orquídea y su relación simbiótica con el árbol en la que está ubicada.

Seguimos adelante.

Pocos minutos después, el gerente general, me sale con un “Are there any mammals in this reserve?”. “Of course, you’ve already seen 2 at the lodge remember?”. Su madre. Manejo pocos metros más y me paro. “You were asking me about mammals? Here’s the proof that elephants have been around”. Le muestro el árbol sin trono, que parece pelado como un cambur. Hablo un poco del árbol, de los elefantes y se oye un león rugiendo. “See? We even have lions here”.

Seguimos adelante.

Me preguntan por unos pájaros, digo que son y gracias al universo tengo info extra que compartir. Seguimos pocos metros. Me par en Hilda’s Rock – uno de los sition icónicos de aquí- hay kudus también. Hablemos de todo. Ojalá parezca armonioso. Continuamos. Veo 2 pajaros cerca pero no tengo ni idea de que son, miro descaradamente hacia el otro lado tratando de evadir cualquier pregunta sobre esos bichos que no sé qué son. Vemos un hornbill (especie de zazú). Hablo un poco de ellos. Me hace par de preguntas que no tengo idea. Siguiendo el código de ranger, admito no estar segura de mi respuesta pero formulo mi propia teoría.

En eso estamos cuando un puto leopardo decide rugir. Malparido. Doy media vuelta, termino metiendo a Allan en contra de una rama sin querer, vamos a buscar al leopardo. Menos mal la búsqueda se vuelve infructífera. Respiro. No quiero ver nada importante. Se hace tarde. Va hora y media. VAMOS. Falta sólo la mitad. En el camino vemos a los arrow marked babblers. Traté de habler de ellos y pasó lo mismo que en mi examen practico. La gente pensó que yo decía “rainforest their buns” en vez de “reinforce their bonds”. ¿De verdad? ¿Qué sería de mi vida sin estos momentos?. “Should we stop for drinks?” Bien. Nos paramos en uno de mis sitios favoritos. Un área abierta con un tamboti gigante en el medio –supe después que la suerte estuvo conmigo y que ésta elección me dio un par de puntos extra. Allan me pregunta por las semillas del tamboti, saco mis semillas especialmente guardadas que no había tenido oportunidad de usar.

“Bush bar is open”. Preparo mi primer irish coffe. Chocolate caliente para algunos, gin and tonics para otros. No he comido en 3 días y sol ver los snacks me da nauseas. Me obligo a tomarme un agua. Estoy tan en pánico que ni tengo ganas de hacer pipí. Vamos que yo puedo. No me puedo morir todavía. Se acaba el break. Continuemos con el safari nocturno.

Su madre. ”‰ ‰ @. Alguien consiguió un león. No puedo seguir ignorándolo. Me ahombro. Voy a responder a ese “sighting”. Te odio radio. Te detesto. “Can I take a standby one?”. Ahora a pretende que sé exactamente lo que estoy haciendo. Vamos a ver un león. Sólo voy a ir porque ellos quieren ver. Finalmente llegamos. Estamos ahí unos 10 minutos y el head ranger se quiere ir. “Famba kaya” me dice en shangaan. Música para mis oídos: vámonos a la casa. En el camino de vuelta sólo vemos un conejito. Me voy directo a la casa. Ya no puedo más. Quiero que ésta tortura se acabe. Empiezo a titiritar del frío. No puedo más.

Jono viene y me abraza. “How did it go?” Yo casi muerta respondo: “Please don’t stop hugging me, I need moral support”. Jono y Enock se ríen y me abrazan. Todos me pregunta como me fue en los siguientes días. Hasta mi amiga Vashti. Nuestro cariño se limita al diario greeting de “hola ¿como estás?”. Hasta ella me desea suerte.

“Get in the car, where going somehwere with no cameras”. Ay Dios. Cruzo los dedos, en ese acto infantil que por algún motivo me da fuerzas a los 24.  Allan me pregunta: “how do you feel it went”. “Honestly Al? I gave everything I had, I feel I need to get better at some practical things but I don’t think it could have gone any other way”.Mi feedback en general fue bueno. Tengo que trabajar en ciertas cosas prácticas pero esas no las aprendo sino en la vida real. Ellos lo saben. Ellos lo entienden. Ellos admitieron que la entrevista a la que me sometieron fue de las más jodidas que han hecho. “Im proud of you Allie”. No necesito más. La opinión que más me importa es la de las dos personas que están sentadas conmigo en el medio del estacionamiento, en el medio de la nada.

A las 8pm me fui a dormir. Más real sería decir que me desmayé. Al día siguiente tuve bizarros ataques de risa, alternados con ataques de migraña. Creo que eso es lo que llaman estrés.
Esa semana, en una noche de celebración que terminó muy mal para algunos – Allan finalmente me lo confesó: soy su preferida. “Allie, in 20 years I have never been more proud of anyone else. If there’s someone I want to succeed and have a nice life, it’s you”.

Una vez leí que África es así, indiferente a las grandes derrotas y a las grandes victorias. Ésta es mi más grande victoria aquí. No creo que él recuerde haberme dicho esto.  Y en ese momento, yo la tragué y sonreí, mi más grande victoria es que alguien me desee la felicidad en mi vida.

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