Un hermoso lunes me informaron
que el jueves habría de tener lugar mi “interview drive” o dicho en criollo, mi
posible entrevista de trabajo. El catch: mis futuros jefes quieren
entrevistarme en un safari a pesar de que jamás, jamás, jamás he sacado a nadie
a hacer un safari 3 horas y ellos lo saben. Ninguno de los pajuos anteriores a
mi ha tenido una “entrevista” que haya durado más de una hora. NINGUNO. Por si además
fuera poco no solo tengo que conducir un safari de manera apropiada –le tengo pánico
al radio- si no que además mis “huéspedes” son el Gerente General de la compañía
y su esposa, Allan y su esposa, la gerente de un Lodge, el gerente del Lodge de
lujo y el Head Ranger de aquí. Ah no pero claro, está fácil. Yo que además no
sufro de ulceras, no casi me salió una nueva que comenzó a sangrar ahí mismo.
Es más, probablemente para cuando lean esto, me habré muerto de la acidez.
Después de días de práctica
llega el fatídico día. No me quiero enfrentarme a las termitas. No quiero ver a
los 5 grandes. Pasé todo el día anterior rezando que amaneciera lluvioso, si
amanece feo la mayoría de los animales se esconden y no me queda más que hablar
de árboles, pájaros, insectos y demás. Me siento mucho más segura hablando de
éstas cosas que hablando de elefantes, leones e impalas –especialmente que
impalas. Dios me escuchó: no hay sol, parece que va a llover. Sigo rezando que
el día no aclare.
Salimos en la mañana a manejar.
Más millones de preguntas. Allan no deja de acribillarme. Siento que quiero
llorar. No estaré lista para esto nunca. Roberto, Laura y Alberto se llevaron
todos los genes de confianza y seguridad en sí mismo. Estúpidos. A las 3pm tengo que tener todo listo.
Carro lavado. Cooler box (con las bebidas) y hot box (con los snacks). Me tengo
que partir el coco pensando de dónde voy a sacar ponchos por si a las.
Finalmente a las 330 de la tarde
confirmo con el GG hora y sitio de partida. “You know what, we want the
induction too, the full guest experience”.Además de esto añade de manera casual
que ¿QUÉ COÑO ES EL INDUCTION? “BENRYYYYYY I NEED HELP”.Benry me explica
rápidamente como es el asunto. Ah buena vaina. Tengo que explicar las medidas
de seguridad del Lodge, donde queda, un poco de la historia, ver el mapa. No
vale, chao pescao. No me quedará otra sino improvisar y echar teipe donde haga
falta. Si hay algo que aprendemos los venezolanos es esto. Respirar profundo e
inventar tratando de que parezca real. Para rematar tengo que pretender que
toda esta gente que conozco, son completos extraños. Tengo que jugar un
mongólico e idiota juego que son huéspedes, que jamás los he visto en mi vida.
Me acuerdo y me arrecho. Qué estupidez.
Y son las 4. Hora de
salir después de mi “inducción” y haber “conocido” a mis huéspedes. Echando
teipe. Salimos en el carro. Le
informo a mis “desconocidos” que tengo otitis, no escucho bien. Sly es mi
Tracker. Vemos un antílope. Digo 2 vainas y propongo seguir adelante para salir
del Lodge como tal, vemos también una hiena y digo 2 tonterías sobre ella.
Fuera del Lodge respiro profundo. Cómo diría Bibi: “Peter Pan, si estás ahí
ayúdame”. Manejo unos pocos
metros. Tengo que hacerlo. Si no lo hago Allan capaz me para. La mejor defensa
es el ataque.
Es así como mi primera parada
son las benditas termitas. Ayuda. “I wanto to show you guys something very
interesting we saw this morning. If you want you can jump out”. Así empieza mi
entrevista. Sólo Allan y Gaby se bajan de la land rover. Allan me ayuda. Me
hace más preguntas sobre las termitas. Menos mal creo que todo salió bien. No
puedo hablar. Siento que me veo desde arriba. Trato de hacer contacto visual
con cada una de las personas en esa Land Rover. El inglés se me atraviesa.
Vamos, sólo 2 horas más. Siguiente
parada: Leopard Orchid. Syd me para, me pregunta qué es. ¡JA!, Los árboles y
plantas son mis amigos y ellos me ayudan. Me luzco un poco con mi conocimiento
puramente trivial sobre la orquídea y su relación simbiótica con el árbol en la
que está ubicada.
Seguimos adelante.
Pocos minutos después, el
gerente general, me sale con un “Are there any mammals in this reserve?”. “Of
course, you’ve already seen 2 at the lodge remember?”. Su madre. Manejo pocos
metros más y me paro. “You were asking me about mammals? Here’s the proof that
elephants have been around”. Le muestro el árbol sin trono, que parece pelado
como un cambur. Hablo un poco del árbol, de los elefantes y se oye un león
rugiendo. “See? We even have lions here”.
Seguimos adelante.
Me preguntan por unos pájaros,
digo que son y gracias al universo tengo info extra que compartir. Seguimos
pocos metros. Me par en Hilda’s Rock – uno de los sition icónicos de aquí- hay
kudus también. Hablemos de todo. Ojalá parezca armonioso. Continuamos. Veo 2
pajaros cerca pero no tengo ni idea de que son, miro descaradamente hacia el
otro lado tratando de evadir cualquier pregunta sobre esos bichos que no sé qué
son. Vemos un hornbill (especie de zazú). Hablo un poco de ellos. Me hace par
de preguntas que no tengo idea. Siguiendo el código de ranger, admito no estar
segura de mi respuesta pero formulo mi propia teoría.
En eso estamos cuando un puto
leopardo decide rugir. Malparido. Doy media vuelta, termino metiendo a Allan en
contra de una rama sin querer, vamos a buscar al leopardo. Menos mal la
búsqueda se vuelve infructífera. Respiro. No quiero ver nada importante. Se
hace tarde. Va hora y media. VAMOS. Falta sólo la mitad. En el camino vemos a
los arrow marked babblers. Traté de habler de ellos y pasó lo mismo que en mi
examen practico. La gente pensó que yo decía “rainforest their buns” en vez de
“reinforce their bonds”. ¿De verdad? ¿Qué sería de mi vida sin estos momentos?.
“Should we stop for drinks?” Bien. Nos paramos en uno de mis sitios favoritos.
Un área abierta con un tamboti gigante en el medio –supe después que la suerte
estuvo conmigo y que ésta elección me dio un par de puntos extra. Allan me
pregunta por las semillas del tamboti, saco mis semillas especialmente
guardadas que no había tenido oportunidad de usar.
“Bush bar is open”. Preparo mi
primer irish coffe. Chocolate caliente para algunos, gin and tonics para otros.
No he comido en 3 días y sol ver los snacks me da nauseas. Me obligo a tomarme
un agua. Estoy tan en pánico que ni tengo ganas de hacer pipí. Vamos que yo
puedo. No me puedo morir todavía. Se acaba el break. Continuemos con el safari
nocturno.
Su madre. ”‰ ‰ @. Alguien
consiguió un león. No puedo seguir ignorándolo. Me ahombro. Voy a responder a
ese “sighting”. Te odio radio. Te detesto. “Can I take a standby one?”. Ahora a
pretende que sé exactamente lo que estoy haciendo. Vamos a ver un león. Sólo
voy a ir porque ellos quieren ver. Finalmente llegamos. Estamos ahí unos 10
minutos y el head ranger se quiere ir. “Famba kaya” me dice en shangaan. Música
para mis oídos: vámonos a la casa. En el camino de vuelta sólo vemos un
conejito. Me voy directo a la casa. Ya no puedo más. Quiero que ésta tortura se
acabe. Empiezo a titiritar del frío. No puedo más.
Jono viene y me abraza. “How did
it go?” Yo casi muerta respondo: “Please don’t stop hugging me, I need moral
support”. Jono y Enock se ríen y me abrazan. Todos me pregunta como me fue en
los siguientes días. Hasta mi amiga Vashti. Nuestro cariño se limita al diario
greeting de “hola ¿como estás?”. Hasta ella me desea suerte.
“Get in the car, where going
somehwere with no cameras”. Ay Dios. Cruzo los dedos, en ese acto infantil que
por algún motivo me da fuerzas a los 24.
Allan me pregunta: “how do you feel it went”. “Honestly Al? I gave
everything I had, I feel I need to get better at some practical things but I
don’t think it could have gone any other way”.Mi feedback en general fue bueno.
Tengo que trabajar en ciertas cosas prácticas pero esas no las aprendo sino en
la vida real. Ellos lo saben. Ellos lo entienden. Ellos admitieron que la
entrevista a la que me sometieron fue de las más jodidas que han hecho. “Im
proud of you Allie”. No necesito más. La opinión que más me importa es la de
las dos personas que están sentadas conmigo en el medio del estacionamiento, en
el medio de la nada.
A las 8pm me fui a dormir. Más
real sería decir que me desmayé. Al día siguiente tuve bizarros ataques de
risa, alternados con ataques de migraña. Creo que eso es lo que llaman estrés.
Esa semana, en una noche de
celebración que terminó muy mal para algunos – Allan finalmente me lo confesó:
soy su preferida. “Allie, in 20 years I have never been more proud of anyone
else. If there’s someone I want to succeed and have a nice life, it’s you”.
Una vez leí que África es así,
indiferente a las grandes derrotas y a las grandes victorias. Ésta es mi más
grande victoria aquí. No creo que él recuerde haberme dicho esto. Y en ese momento, yo la tragué y sonreí,
mi más grande victoria es que alguien me desee la felicidad en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario