Después de 3 meses de estudio, de enfrentarme a un mundo de hombres, de perder valiosas horas de playa por estudiar, lo logré. Es oficial. Soy ranger.
La tarea no fue simple. Más bien
fue horrible. Después de pasar días estudiando toda la teoría, sobre el ciclo
de los nutrientes, el cuerpo de los peces, las partes de las plantas, las
clasificaciones sociales de los mamíferos, etc., obtuve mi nota: 90%. ¡JA!
Nunca me lo esperé. La idiota de Ash –mi compañera de curso- raspó con un
abominable 54% cuando la nota mínima para pasar es 75%. No poder disfrutar de
las propias victorias, por pequeñas que sean, por culpa de otros, es irritante.
No puedo celebrar. Lo que obtuve fue un abrazo a escondidas de un amigo. No más
porque ¿cómo celebrar cuando tu compañera raspa por tener novio?. Yo no pude.
Para mejorar mi situación Allan decidió que ese mismo día, después de toda esa
mezcla de emociones, iba a ser mi examen práctico.
No estoy lista, siento pánico. Móntate
en la Land Rover y llévame en un safari. Ok. Yo puedo. Es ahora o nunca. Más pánico.
Retrocedo para sacar el carro. Detesto los espejos de este carro. Volteo la
cabeza entera por el lado derecho para ver que no haya nada detrás mío. Saco el
carro…BUM…no vi el carro detrás de mí….Choqué. No sólo choqué, si no que la
alarma del carro empezó a sonar como loca para humillarme un poco más. No sólo
la alarma del carro no dejó de sonar, sino que toda la junta directiva estaba
reunida en la oficina que da al garaje. TODOS los caciques me vieron chocar. @#∞.
Si hay un momento “trágame tierra” en mi vida, este definitivamente fue uno de
ellos. “Did I just fail?” fue lo primero que le pregunté a Allan después de mis
destrezas automovilísticas. Pánico. Terror. “Drive. Get us out of here”. Los
primeros 10 minutos de mi manejada, de mi examen, de mi safari, no puedo decir
nada. “Just drive us to Warthog Wallow (un escondite que da a un laguito)”.
Sólo al escribir esto recuerdo el pésimo sentimiento. Es tan fuerte que el
recuerdo me está estresando, a pesar de haber tenido un día perfectamente feliz
hoy. Para hacer las cosas mejor,
en Warthog Wallow sólo se ven pájaros. Gracias. Durante días he estado tratando
de aprenderme los nombres de los estúpidos y pequeños plumíferos que vemos por
ahí, previendo que algo así podía sucedes. Buscar información interesante sobre
ellos, sobre los 34985789345 de ellos. Los odio. Me enredo en inglés, odio el
idioma. No puedo hablar. El pánico es pésimo compañero para cualquier tipo de
examen o prueba. Ok. Necesito poner en orden las ideas. Menos mal sobre los
“starlings” retuve información que consideré interesante. A pesar de ser
tornasolados, realmente no tienen pigmentos de colores en las plumas, si no que
la manera en la que la keratina esta dispuesta en las plumas, refleja la luz de
manera diferente, lo que les da ese efecto colorido. Allan no sabía nada de esto.
Creo que éste poco de información me ayudó infinitamente para levantar un poco
la moral del día. Si no puedes contra ellos, confúndelos. Funciona.
Finalmente,
después de una eternidad de tortura, mi terrible examen termina por el día y
vamos de vuelta a la casa. El segundo día no choqué, por lo que ya las cosas
iban mejor. Pude hablar con más confianza y a pesar de que vi más pájaros, las
cosas no fueron tan malas. El único momento de pato Lucas – ya me entregué a
ser una fuente de entretenimiento constante aquí- fue cuando al explicar el
llamado de unos pájaros y decir que a través del mismo estos pájaros “reinforce
their bonds”, Allan y Ash pensaron que los estaba insultando. Me miraron con
incredulidad y finalmente comprendimos que ellos pensaron que yo estaba
diciendo que éstos pájaros “rainforest their buns”. La verdad es que sí suena a
insulto. Otro de mis tantos momentos de Sofía Vergara, en el que el inglés se
atravesó en todo. ¿Por qué diría rainforest their buns? ¿Ven por qué los odio?
Es imposible que los pájaros me ayuden, me traten bien y me quieran. Yo trato
pero ellos no me ayudan a parecer una persona seria y capaz. Me ayuden a
parecer una loca que insulta a la gente con las frases más insólitas de todas.
Yo seguiré tratando, quizás todavía hay esperanzas para mí y para los pájaros. Finalmente,
después del desayuno, mi tortura terminó. Felicidades a mí, soy ranger, aunque
sea de vaina. Yo sólo estoy aliviada.
Para hacerlo todo mejor, ese
día, en el calendario de insultos de Allan, el destino me mandó uno especial
para mí. “The only time you don’t look
in the mirror is when you’re backing into a parking place”.
Yo no pude parar de reírme, las
pequeñas ironías de la vida son únicas.
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