sábado, 29 de octubre de 2011

Quando la vita ti da mille ragioni per piangere, dimostra che hai mille ed una ragione per sorridere.




Nada más en ésta foto creo que llevo unas 400. Hoy rompo mi silencio porque me desperté, cerré los ojos, respiré profundo y supe que mi vida es  deliciosa, aún con las imperfecciones de la realidad. Soy de las personas más afortunadas del mundo. Darse cuenta de ello es apreciar la belleza de ser uno mismo y de disfrutar lo que se vive y cómo se vive. No sólo porque alguna vez supe lo que es querer a alguien, porque tengo 20 dedos, un título universitario, un par de kilos de más, una familia arrechísima, un par de amigos por los que daría la vida y un trabajo que he soñado mucho tiempo, sino porque hoy me di cuenta no necesito y no quiero más para ser feliz.


En palabras de Pooh: “When it comes to enjoying life and making use of who we are, all of us can; it’s just that some don’t”.


 Enough said. Enjoy.