jueves, 27 de septiembre de 2012

Interview drive.


Un hermoso lunes me informaron que el jueves habría de tener lugar mi “interview drive” o dicho en criollo, mi posible entrevista de trabajo. El catch: mis futuros jefes quieren entrevistarme en un safari a pesar de que jamás, jamás, jamás he sacado a nadie a hacer un safari 3 horas y ellos lo saben. Ninguno de los pajuos anteriores a mi ha tenido una “entrevista” que haya durado más de una hora. NINGUNO. Por si además fuera poco no solo tengo que conducir un safari de manera apropiada –le tengo pánico al radio- si no que además mis “huéspedes” son el Gerente General de la compañía y su esposa, Allan y su esposa, la gerente de un Lodge, el gerente del Lodge de lujo y el Head Ranger de aquí. Ah no pero claro, está fácil. Yo que además no sufro de ulceras, no casi me salió una nueva que comenzó a sangrar ahí mismo. Es más, probablemente para cuando lean esto, me habré muerto de la acidez.

Después de días de práctica llega el fatídico día. No me quiero enfrentarme a las termitas. No quiero ver a los 5 grandes. Pasé todo el día anterior rezando que amaneciera lluvioso, si amanece feo la mayoría de los animales se esconden y no me queda más que hablar de árboles, pájaros, insectos y demás. Me siento mucho más segura hablando de éstas cosas que hablando de elefantes, leones e impalas –especialmente que impalas. Dios me escuchó: no hay sol, parece que va a llover. Sigo rezando que el día no aclare.
Salimos en la mañana a manejar. Más millones de preguntas. Allan no deja de acribillarme. Siento que quiero llorar. No estaré lista para esto nunca. Roberto, Laura y Alberto se llevaron todos los genes de confianza y seguridad en sí mismo. Estúpidos.  A las 3pm tengo que tener todo listo. Carro lavado. Cooler box (con las bebidas) y hot box (con los snacks). Me tengo que partir el coco pensando de dónde voy a sacar ponchos por si a las.

Finalmente a las 330 de la tarde confirmo con el GG hora y sitio de partida. “You know what, we want the induction too, the full guest experience”.Además de esto añade de manera casual que ¿QUÉ COÑO ES EL INDUCTION? “BENRYYYYYY I NEED HELP”.Benry me explica rápidamente como es el asunto. Ah buena vaina. Tengo que explicar las medidas de seguridad del Lodge, donde queda, un poco de la historia, ver el mapa. No vale, chao pescao. No me quedará otra sino improvisar y echar teipe donde haga falta. Si hay algo que aprendemos los venezolanos es esto. Respirar profundo e inventar tratando de que parezca real. Para rematar tengo que pretender que toda esta gente que conozco, son completos extraños. Tengo que jugar un mongólico e idiota juego que son huéspedes, que jamás los he visto en mi vida. Me acuerdo y me arrecho. Qué estupidez.

Y son las 4. Hora de salir después de mi “inducción” y haber “conocido” a mis huéspedes. Echando teipe. Salimos en el carro.  Le informo a mis “desconocidos” que tengo otitis, no escucho bien. Sly es mi Tracker. Vemos un antílope. Digo 2 vainas y propongo seguir adelante para salir del Lodge como tal, vemos también una hiena y digo 2 tonterías sobre ella. Fuera del Lodge respiro profundo. Cómo diría Bibi: “Peter Pan, si estás ahí ayúdame”.  Manejo unos pocos metros. Tengo que hacerlo. Si no lo hago Allan capaz me para. La mejor defensa es el ataque.
Es así como mi primera parada son las benditas termitas. Ayuda. “I wanto to show you guys something very interesting we saw this morning. If you want you can jump out”. Así empieza mi entrevista. Sólo Allan y Gaby se bajan de la land rover. Allan me ayuda. Me hace más preguntas sobre las termitas. Menos mal creo que todo salió bien. No puedo hablar. Siento que me veo desde arriba. Trato de hacer contacto visual con cada una de las personas en esa Land Rover. El inglés se me atraviesa. Vamos, sólo 2 horas más.  Siguiente parada: Leopard Orchid. Syd me para, me pregunta qué es. ¡JA!, Los árboles y plantas son mis amigos y ellos me ayudan. Me luzco un poco con mi conocimiento puramente trivial sobre la orquídea y su relación simbiótica con el árbol en la que está ubicada.

Seguimos adelante.

Pocos minutos después, el gerente general, me sale con un “Are there any mammals in this reserve?”. “Of course, you’ve already seen 2 at the lodge remember?”. Su madre. Manejo pocos metros más y me paro. “You were asking me about mammals? Here’s the proof that elephants have been around”. Le muestro el árbol sin trono, que parece pelado como un cambur. Hablo un poco del árbol, de los elefantes y se oye un león rugiendo. “See? We even have lions here”.

Seguimos adelante.

Me preguntan por unos pájaros, digo que son y gracias al universo tengo info extra que compartir. Seguimos pocos metros. Me par en Hilda’s Rock – uno de los sition icónicos de aquí- hay kudus también. Hablemos de todo. Ojalá parezca armonioso. Continuamos. Veo 2 pajaros cerca pero no tengo ni idea de que son, miro descaradamente hacia el otro lado tratando de evadir cualquier pregunta sobre esos bichos que no sé qué son. Vemos un hornbill (especie de zazú). Hablo un poco de ellos. Me hace par de preguntas que no tengo idea. Siguiendo el código de ranger, admito no estar segura de mi respuesta pero formulo mi propia teoría.

En eso estamos cuando un puto leopardo decide rugir. Malparido. Doy media vuelta, termino metiendo a Allan en contra de una rama sin querer, vamos a buscar al leopardo. Menos mal la búsqueda se vuelve infructífera. Respiro. No quiero ver nada importante. Se hace tarde. Va hora y media. VAMOS. Falta sólo la mitad. En el camino vemos a los arrow marked babblers. Traté de habler de ellos y pasó lo mismo que en mi examen practico. La gente pensó que yo decía “rainforest their buns” en vez de “reinforce their bonds”. ¿De verdad? ¿Qué sería de mi vida sin estos momentos?. “Should we stop for drinks?” Bien. Nos paramos en uno de mis sitios favoritos. Un área abierta con un tamboti gigante en el medio –supe después que la suerte estuvo conmigo y que ésta elección me dio un par de puntos extra. Allan me pregunta por las semillas del tamboti, saco mis semillas especialmente guardadas que no había tenido oportunidad de usar.

“Bush bar is open”. Preparo mi primer irish coffe. Chocolate caliente para algunos, gin and tonics para otros. No he comido en 3 días y sol ver los snacks me da nauseas. Me obligo a tomarme un agua. Estoy tan en pánico que ni tengo ganas de hacer pipí. Vamos que yo puedo. No me puedo morir todavía. Se acaba el break. Continuemos con el safari nocturno.

Su madre. ”‰ ‰ @. Alguien consiguió un león. No puedo seguir ignorándolo. Me ahombro. Voy a responder a ese “sighting”. Te odio radio. Te detesto. “Can I take a standby one?”. Ahora a pretende que sé exactamente lo que estoy haciendo. Vamos a ver un león. Sólo voy a ir porque ellos quieren ver. Finalmente llegamos. Estamos ahí unos 10 minutos y el head ranger se quiere ir. “Famba kaya” me dice en shangaan. Música para mis oídos: vámonos a la casa. En el camino de vuelta sólo vemos un conejito. Me voy directo a la casa. Ya no puedo más. Quiero que ésta tortura se acabe. Empiezo a titiritar del frío. No puedo más.

Jono viene y me abraza. “How did it go?” Yo casi muerta respondo: “Please don’t stop hugging me, I need moral support”. Jono y Enock se ríen y me abrazan. Todos me pregunta como me fue en los siguientes días. Hasta mi amiga Vashti. Nuestro cariño se limita al diario greeting de “hola ¿como estás?”. Hasta ella me desea suerte.

“Get in the car, where going somehwere with no cameras”. Ay Dios. Cruzo los dedos, en ese acto infantil que por algún motivo me da fuerzas a los 24.  Allan me pregunta: “how do you feel it went”. “Honestly Al? I gave everything I had, I feel I need to get better at some practical things but I don’t think it could have gone any other way”.Mi feedback en general fue bueno. Tengo que trabajar en ciertas cosas prácticas pero esas no las aprendo sino en la vida real. Ellos lo saben. Ellos lo entienden. Ellos admitieron que la entrevista a la que me sometieron fue de las más jodidas que han hecho. “Im proud of you Allie”. No necesito más. La opinión que más me importa es la de las dos personas que están sentadas conmigo en el medio del estacionamiento, en el medio de la nada.

A las 8pm me fui a dormir. Más real sería decir que me desmayé. Al día siguiente tuve bizarros ataques de risa, alternados con ataques de migraña. Creo que eso es lo que llaman estrés.
Esa semana, en una noche de celebración que terminó muy mal para algunos – Allan finalmente me lo confesó: soy su preferida. “Allie, in 20 years I have never been more proud of anyone else. If there’s someone I want to succeed and have a nice life, it’s you”.

Una vez leí que África es así, indiferente a las grandes derrotas y a las grandes victorias. Ésta es mi más grande victoria aquí. No creo que él recuerde haberme dicho esto.  Y en ese momento, yo la tragué y sonreí, mi más grande victoria es que alguien me desee la felicidad en mi vida.

sábado, 22 de septiembre de 2012

El ataque del escorpión.



Después de haber sobrevivido a mi primer safari, las preparaciones para mi safari de entrevista continuaron. A mil. Súbitamente tuve que aprender todo lo que no sabia sobre las ardillas, las mangostas, otra vez las benditas termitas…

La mañana siguiente a mi safari del desastre manejábamos por un camino lleno de piedras cuando Allan sugiere que por qué no me paro aquí en mi entrevista para buscar un escorpión con mis huéspedes y hablar un poco de ellos. Es más “cool” así, los involucro en el asunto. Yo tengo mis reservas, no sé suficiente de escorpiones como para sentirme cómoda respondiendo preguntas sobre ellos. “I don’t know” es mi respuesta a la sugerencia. Allan lanza un capricho. “Fine we can try, show me how to catch one”. Con estas últimas palabras famosas nos decidimos a ir a levantar todas las piedras buscando escorpiones. Generalmente es algo muy fácil… ésta vez no. Gracias Murphy. Finalmente Sly consigue uno. “Go Allie, grab it”. Ajá y ¿cómo hago?. “Grab it by the tail”. Muy bien. A ahombrarse. Estos bichos multipatudos no son mi fuerte. Lo agarré por la cola! Bien!. Tenazas grandes, cola pequeña: no es venenoso. Lo agarro por la cola y empiezo a verlo. Wow que flexible como es capaz de enrollarse sobre sí mismo.

Ey.. está muy cerca de mis dedos.

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH LET ME GO BASTARD!!! Fue todo lo que salió de mi boca cuando el desgraciado me pellizco entre la uña y el dedo. Le solté la cola y él se quedó guindando ahí todavía. Finalmente me dejó ir. Allan, Ash y Sly estaban sentados en el piso llorando de la risa.  Cuando finalmente se pasa el susto empiezo a reírme. Tan fuerte entre el susto y lo ridículo de la situación que empiezo a llorar de la risa.

La versión de Allan en el Lodge fue similar pero terminó en un adornado: “Allie froze like she does when she panicked and instead of putting it on her hand this thing pinced her. Her lip started shaking and she was crying. Hahahaha. Oh Allie, you’re worth your weight, this is gonna make me laugh for days”. Efectivamente, el episodio del escorpión es famoso ahora.

Lo que se les olvidó decirme cuando atrapas un escorpión es que en lo que lo agarras por la cola, lo tienes que poner sobre tu mano y taparlo con la otra para que no se estrese. Gracias. Detalles como estos hacen una mínima diferencia.

Dos días después decidimos que tenia que enfrentarme a mis demonios. Ninguna cucaracha con tenazas me va a ganar. Bring it on. Después de buscar 15 minutos bajo todas las piedras posibles conseguimos un pequeñín. Esta vez, armadas de largas pinzas, lo agarro. Pero cuando lo veo comento que siento que algo no está bien, que éste tiene cara de malo. Lo vemos y soltamos. Allan me dice: “Shit Allie, that was a Buthidae”. Buthidae siendo la familia de escorpiones con tenacitas pero venenos altamente peligroso. Esto es un chiste. No queda sino reírse.

Después de estas experiencias decidimos que era mejor para mi vida abortar la misión.  Me retiro de la vida de atrapa-escorpiones. Esto no es lo mío.


Mi primer safari.


Siempre he pensado que de tener un reality show 1-no necesitara guión, 2- tendría mucho éxito. Mi vida a veces resulta ser una tragicomedia, una serie de eventos absurdos e irreales que resultan cómicos por lo insólito. La gente se ríe y a mi me da gastritis. La expresión de “el pato Lucas y yo” tuvo que haber sido inspirada en mi forzosamente. Con la inminente amenaza de una posible entrevista de trabajo –generalmente duran una hora- Allan decidió que era el momento de torturarme y obligarme a aprender 94875689456 millones de cosas más y saber explicarlas, en inglés. El inglés se me dificulta últimamente, después de 4 semanas sin nadie que hable otra cosa, mi subconsciente se rebela y empiezo a pensar en 3 idiomas a la vez. El resultado: papiamento. Ahora no sólo tengo que saberme todo los usos medicinales de más de 50 árboles, si no que me tengo que enfrentar a mi peor enemigo: las termitas. Toda África es conocida por sus enormes termiteros, para los pobres diablos como yo que tenemos que aprender como se forman, qué hacen, cuál es el rol ecológico, cual es la estructura social, no son tan bonitas.. son un reto. Enorme. La verdad es que creo que me terminé metiendo sola en éste paquete al decidir querer saber como funcionaban. Cómo funcionan los termiteros NO será discutido en este post. Sólo sé que tengo que saber más y más y más. No se como hilar todo de manera armoniosa, como pasar de un tema a otro. Qué tan frecuente debo detenerme para hablar de algo que me parezca interesante..

Me desvié. Volvamos al tema. Al haberme obligado a aprender 84585546 millones de cosa, pues necesito saber ponerla en práctica y explicarlas. Una tarde, un jueves, salí con Sly a practicar. Las cosas iban bien. Sólo nosotros dos. Hablando de animales, árboles rotos, manejo, etc. De repente Sly recibe una llamada. Por su tono de voz y lo poco que entiendo de shangaan hay algo que no está bien. Después de colgar entiendo. Sly y yo tenemos que llevar a una gente que viene por el día en un drive. Mi primer safari. No estoy ni remotamente lista y me quiero morir. Vamos a chequear con Allan. Sí, efectivamente. Una cosa de ultimo minuto, 7 personas. Tenemos que buscarlos en la puerta en 1 hora. Sly es mi Tracker y no está feliz por como le hablaron. Sly está arrecho con la burocracia, cosa que no ayuda a mis nervios. El patos lucas y YO.

Jack me pregunta que cómo me siento. La verdad no siento nada. Éste es el tipo de cosas que siempre me pasan. No estoy lista y de todos modos tengo que enfrentarme al dragón, sin preaviso, sin saber como usar el radio. No tengo expectativas, solo espero no ser un desastre. Todo está listo. Tomo medio segundo para respirar profundo y tratar de complacer a los 7 ingleses en mi Land Rover. Creo que en algún momento empecé a temblar.

Mi primera parada: un termitero. Es ahora o nunca. Tengo que tratar de explicarlo y ¿qué mejor oportunidad que con gente que no va a saber si lo estoy diciendo bien o no? Mi explicación no fue tan terrible… lástima que después me di cuenta que les mostré un termitero que en realidad estaba muerto.
Proseguimos. Nos topamos con la manada de elefantes más grande que he visto en siglos. Estamos literalmente atrapados en el medio. Empiezo a hablar. Uso el radio por primera vez para informar que hay elefantes ahí para el que los quiera ver. Después de una hora vemos un elefante mínimo. No puede ni estar parado bien. Mi corazón se derrite para después congelarse en pánico cuando me avisan que dejé el radio pegado. Por los últimos 5 minutos todo el mundo oyó todo lo que he dicho. Ok. Me muero después. “·$$%$·&%$&. NI EL PATO LUCAS. Tengo que continuar. Sly me empuja para que vayamos a ver a los leones. Gracias. Más radio. Con cualquiera de los 5 grandes sólo se permiten 2 vehículos viendo al animal al mismo tiempo. Tengo que ponerme en cola. Hay todo un protocolo del que no estoy muy segura. Aleluya una gente me ayuda. Llego –usando la mocha del carro- a ver a los benditos leones. Ya casi ni respiro. Los ingleses están sobre la luna. Es la manada de leones grande que está por el área. Tienen cachorros. LA señora detrás de mí empieza a llorar. “This is wonderful” dice. A mi se me arruga un poco el corazón por ella. Que felicidad haber pasado por todo éste maní para que ella se sintiera así. Me encantaría poder llevar a mis abuelos a ver esto así.
Mis reflexiones no duran mucho porque de repente el león y una leona deciden “hacer” más cachorros a unos 3 metros de mi carro. Creo que la risa fue general ante tan inesperado show de la naturaleza. Finalmente es hora de irnos y nos paramos en medio de la sabana para estirar las piernas y tomarnos algo. El ambiente es de relax. La verdad que fui muy afortunada con esta gente. Un poco de suerte dentro de todo pues son gente fácil de complacer y muy dulces.

Al dejar a mis clientes, unos más rascaditos que otros, recibí besos y abrazos de todos. Todos están sumamente felices. Quieren mandarle una carta de felicitaciones al Lodge diciéndole cuanto me amaron. Uno de ellos me abrazó y me dijo “your parents must be very very proud of you”. Yo me reí, quién sabe cuantos años pensó que tenía. Al final del día tuve mi primera propina: R150.

Al llegar a la oficina: aplausos, gritos, well done Allieeee!! Abrazos… y sin falta: la joda. “Allie was so happy to drive she decided to share her drive with everyone”. Todo el mundo se muere de la risa. Yo me aguanto las lágrimas. Siento la adrenalina que baja. Creo que me he tardado tanto en escribir sobre este evento porque el sólo recuerdo me da dolor de estómago.  ¿Ven? Reality show.

Un par de amigos deciden que es hora de celebrar y me invitan un par de shots. Jaggermeister. Lo detesto.  Otros amigos me comentan que ellos también han dejado el radio pegado por largos períodos de tiempo. Un par de gin and tonics después nos damos cuenta. Hoy es 11 de septiembre. “You know what Allie? You took your first game drive on the unluckiest day of the year and your survived. Cheers, here’s to that” brindó Kyle.

Con una sonrisa en la cara, yo brindé por haber sobrevivido

viernes, 7 de septiembre de 2012

.375


Uno de los olores de mi infancia es la pólvora. No porque haya vivido en un campo de guerra –aunque ¿qué casa no lo es a veces?- si no porque viví con cazadores. Es uno de esos olores que inexplicablemente me transporta, me reconforta. Lo bueno de mi mundo actual, es que no es un olor que ha de asociarse necesariamente a la cacería. La filosofía de los safaris a pie es pasear por áreas naturales, viendo animales sin que ellos sepan que tu estés ahí. Es entrar y salir sin molestar a nadie. Los rifles entran en escena como una protección extra en caso de que algo vaya mal y las cosas se reduzcan a la vida del animal o la nuestra. Cosas como .375 y .458 son la mantequilla del pan de cada día.

Para ser ranger no sólo hay que saber de animales, hay que saber de armas de fuego y cuál es el tiro correcto capaz de salvarte en caso de que le apetezcas de cena a alguien. Hay que saber que se habla de rifles, no de pistolas o escopetas.  Hay que saber que significa .375 y .458, hay que saber que se dispara con balas específicas, balas diseñadas para mantener su velocidad y forma al momento de impacto, para poder llegar hasta los órganos vitales de animales de piel gruesa – como los elefantes - y hay que aprender que la patada del rifle, una vez que disparas, duele. Que jode. Hay que aprender a encararse bien el rifle, porque si me lo apoyo en la clavícula otra vez, voy a terminar rompiéndomela.

No le tengo miedo a las armas pero después de 3 días y un par de tiros con un .375 que me queda largo y que me encaré mal, tengo un morado en la clavícula –todos agradecemos que no se haya roto-, otro en el hombro y mil cachetadas de la culata. Nada como aprender a los coñazos -literalmente.

Finalmente, después de días de práctica, de querer creer que mis músculos de rifle han crecido por gracia divina, llega el día. El primer ejercicio es ser capaz de recargar el rifle con 3 cartuchos y encarárselo, todo en menos de 15 segundos y con los ojos vendados. El segundo ejercicio es disparar 3 tiros a 15, 10 y 5 metros en menos de 22 segundos, volver a recargar y apuntar. La primera vez me puse nerviosa y una bala se me cayó, por lo que perdí 5 puntos, lo hice todo en 17 segundos. Tiempo record que no ayudó suficiente porque mis puntos en los blancos no estaban muy bien. En el segundo intento no se me cayó nada pero lo hice todo en 16 segundos y no tuve suficientes puntos en los blancos, por lo que no calificaba sino para “Vehicle bound”, puedo ir  con un rifle en el carro, pero no a pie. Fok. Mañana intento de nuevo por suerte. Al día siguiente, todos esos ejercicios los pasé a la perfección. El siguiente ejercicio es el llamado “immediate action drill”, disparas 3 tiros a un blanco a 10m  pero uno de esos es un “misfire”: la bala es de mentira y simula una bala defectuosa que disparas y tienes q sacarla de tu rifle de manera segura, pero tu no sabes cual es porque es el examinador el que carga tu rifle. Una vez que te tropiezas con la bala que no funciona, disparas de nuevo y tienes que volver a cargar 3 balas en el rifle y apuntar todo en menos de 22 segundos. ¡Lo logré! Ahora, el ejercicio más temido de todos: el búfalo. Mucha gente se queda en este ejercicio. Es un peo. Son 2 blancos a 12 y 8 metros. Los blancos son imágenes de búfalos y necesitas 2 brain shots en menos de 8 segundos para pasar el ejercicio. En mi primer intento pelé un tiro (quedo un poco más afuera de lo que debía) pero disparé todo en 7 segundos. No me dan los puntos. Segundo intento. La primera vez todo en 7 segundos pero pésima puntería. En el segundo intento, me vino una inspiración divina de años oyendo a mi papá y a medida que subía el rifle decidí apuntarle a la mancha marrón clara que sabía que estaba dentro del área donde tenía que pegarle. Como dicen aquí: “in the pip bru!”. ¡Funcionó!. “Fuck YEAH” fue lo primero que pensé cuando vi donde había ido a parar mis tiros. 2 tiros perfectos, en el centro del centro. Siento que no puedo respirar. Allan se ríe de mí y trata de calmarme. No me puedo pelar en el próximo. Ni de vaina. Coño. Úlcera.

El último ejercicio es el famoso león. Simula un ataque de un león que se te viene encima (un blanco que te viene encima) al que tienes que “matar”, manteniendo el control de la situación y de tus huéspedes. Para matar un león además, tienes que arrodillarte y disparar así. Bien, jamás he ni practicado esto. Allan dice: “Allie do me a favor and pass this on the first try”. Bien, más presión. Allan me enseña el ejercicio y lo practicamos un par de veces –sin disparar-. Aquí voy.  Cuando disparé el león, mi cerebro registró en medio segundo que le había metido el tiro en todo el centro. Me volteo a mirar a Allan –coño tiene la cara muy seria, se me olvidó algo-. De repente, de la nada, Allan me lanza la sonrisa más grande y orgullosa del mundo y me da un abrazo “well done Allie”.  Ashleigh viene corriendo y me abraza. Me siento una estrella de rock. Wow. ¡Pasé!. Soy competente para matar un animal en caso de que necesite defender mi vida. Las ironías de vida. Tuki Ian, yo pasé y tú no. Finalmente una para el equipo de las niñas!. 

En 2 meses tengo que hacer lo mismo en el parque Kruger. Me da miedo haber pasado por cuestiona de suerte. Jamás he confiado en mis habilidades. Terror.

Pero ese día sólo disfruté mi victoria, secretamente todos estaban felices de que lo hubiera logrado. 

Lo logré!


Después de 3 meses de estudio, de enfrentarme a un mundo de hombres, de perder valiosas horas de playa por estudiar, lo logré. Es oficial. Soy ranger.

La tarea no fue simple. Más bien fue horrible. Después de pasar días estudiando toda la teoría, sobre el ciclo de los nutrientes, el cuerpo de los peces, las partes de las plantas, las clasificaciones sociales de los mamíferos, etc., obtuve mi nota: 90%. ¡JA! Nunca me lo esperé. La idiota de Ash –mi compañera de curso- raspó con un abominable 54% cuando la nota mínima para pasar es 75%. No poder disfrutar de las propias victorias, por pequeñas que sean, por culpa de otros, es irritante. No puedo celebrar. Lo que obtuve fue un abrazo a escondidas de un amigo. No más porque ¿cómo celebrar cuando tu compañera raspa por tener novio?. Yo no pude. Para mejorar mi situación Allan decidió que ese mismo día, después de toda esa mezcla de emociones, iba a ser mi examen práctico.  

No estoy lista, siento pánico. Móntate en la Land Rover y llévame en un safari. Ok. Yo puedo. Es ahora o nunca. Más pánico. Retrocedo para sacar el carro. Detesto los espejos de este carro. Volteo la cabeza entera por el lado derecho para ver que no haya nada detrás mío. Saco el carro…BUM…no vi el carro detrás de mí….Choqué. No sólo choqué, si no que la alarma del carro empezó a sonar como loca para humillarme un poco más. No sólo la alarma del carro no dejó de sonar, sino que toda la junta directiva estaba reunida en la oficina que da al garaje. TODOS los caciques me vieron chocar. @#∞. Si hay un momento “trágame tierra” en mi vida, este definitivamente fue uno de ellos. “Did I just fail?” fue lo primero que le pregunté a Allan después de mis destrezas automovilísticas. Pánico. Terror. “Drive. Get us out of here”. Los primeros 10 minutos de mi manejada, de mi examen, de mi safari, no puedo decir nada. “Just drive us to Warthog Wallow (un escondite que da a un laguito)”. Sólo al escribir esto recuerdo el pésimo sentimiento. Es tan fuerte que el recuerdo me está estresando, a pesar de haber tenido un día perfectamente feliz hoy.  Para hacer las cosas mejor, en Warthog Wallow sólo se ven pájaros. Gracias. Durante días he estado tratando de aprenderme los nombres de los estúpidos y pequeños plumíferos que vemos por ahí, previendo que algo así podía sucedes. Buscar información interesante sobre ellos, sobre los 34985789345 de ellos. Los odio. Me enredo en inglés, odio el idioma. No puedo hablar. El pánico es pésimo compañero para cualquier tipo de examen o prueba. Ok. Necesito poner en orden las ideas. Menos mal sobre los “starlings” retuve información que consideré interesante. A pesar de ser tornasolados, realmente no tienen pigmentos de colores en las plumas, si no que la manera en la que la keratina esta dispuesta en las plumas, refleja la luz de manera diferente, lo que les da ese efecto colorido. Allan no sabía nada de esto. Creo que éste poco de información me ayudó infinitamente para levantar un poco la moral del día. Si no puedes contra ellos, confúndelos. Funciona. 
Finalmente, después de una eternidad de tortura, mi terrible examen termina por el día y vamos de vuelta a la casa. El segundo día no choqué, por lo que ya las cosas iban mejor. Pude hablar con más confianza y a pesar de que vi más pájaros, las cosas no fueron tan malas. El único momento de pato Lucas – ya me entregué a ser una fuente de entretenimiento constante aquí- fue cuando al explicar el llamado de unos pájaros y decir que a través del mismo estos pájaros “reinforce their bonds”, Allan y Ash pensaron que los estaba insultando. Me miraron con incredulidad y finalmente comprendimos que ellos pensaron que yo estaba diciendo que éstos pájaros “rainforest their buns”. La verdad es que sí suena a insulto. Otro de mis tantos momentos de Sofía Vergara, en el que el inglés se atravesó en todo. ¿Por qué diría rainforest their buns? ¿Ven por qué los odio? Es imposible que los pájaros me ayuden, me traten bien y me quieran. Yo trato pero ellos no me ayudan a parecer una persona seria y capaz. Me ayuden a parecer una loca que insulta a la gente con las frases más insólitas de todas. Yo seguiré tratando, quizás todavía hay esperanzas para mí y para los pájaros. Finalmente, después del desayuno, mi tortura terminó. Felicidades a mí, soy ranger, aunque sea de vaina. Yo sólo estoy aliviada.

Para hacerlo todo mejor, ese día, en el calendario de insultos de Allan, el destino me mandó uno especial para mí. “The only time you don’t look  in the mirror is when you’re backing into a parking place”.

Yo no pude parar de reírme, las pequeñas ironías de la vida son únicas.

Clark.


Así como los ninjas de la sabana, hace poco decidimos que también hay un superman. Para nosotros y como ejemplo vivo de los increíble que es la evolución, éste ejemplo es Clark. Clark vive en mi ducha y es una rana. Específicamente es –según Google en español – una rana arborícola dorada. No es dorada así que no confío mucho en Google. En Sudáfrica las llaman “Foam nest frog” porque ponen sus huevos dentro de un nido que hacen de especie de espuma. Generalmente estos nidos están hechos sobre cuerpos de agua – como mi ducha. Para evitarme problemas, yo decidí que Clark es macho porque se lo ocurra poner ese nido inmundo de baba de huevos en mi ducha y lo evacuo.

Todos sabemos que las ranas vienen de renacuajos, que vienen de huevos. Pero yo la verdad nunca me había detenido a pensar en lo increíble que es la metamorfosis. De ser animales acuáticos y vegetarianos, en cuestión de pocos días, las ranas desarrollan una lengua pegajosa, patas, pulmones, dientes y un sistema digestivo capaz de digerir proteína animal. ¡¿Se dan cuenta?!. Es como si de ser una vaquita de agua, pasara a ser un león en la tierra. Pasa de ser un cosa a ser otra completamente diferente. ¿!Se dan cuenta que un animal que parece un pececito en cuestión de pocas horas se transforma en algo completamente diferente, que vive en un ambiente completamente diferente?! Yo sigo en asombro. Jamás me había detenido a pensarlo y ahora que lo hice, estoy sorprendida de cómo quitamos importancia a las cosas más obvias, cuando son las más asombrosas.

A pesar de mi entendimiento simple de la metamorfosis de una rana porque no tengo ni idea de cómo va el proceso paso por paso, sigo siendo una joven padawan. Los misterios de la metamorfosis no me han sido revelados por completo. Algún día quizás lo sean. Por ahora Clark seguirá sufriendo de la música de Gym Class Heroes cada vez que me ducho. Todos tenemos que pagar la renta.